domingo, 27 de junio de 2010

The Defence of Greece y Relatos Fantásticos.

Este fin de semana en el pueblo me ha brindado el tiempo, la paz y silencio necesarios para leer a mis anchas, así que ni corto ni perezoso he terminado de leerme: The Defence of Greece de J.F. Lazenby y Relatos Fantásticos de Luciano De Samósata.





De J. F. Lazenby ya me había leído los dos libros que ha publicado sobre las dos primeras guerras púnicas: The First Punic War y Hannibal´s War. Es un autor que me encanta y que me resulta muy ameno y rápido de leer y comprender, sus libros dan muestra de una inmensa erudición y conocimiento de las fuentes clásicas y de los autores actuales, y da buena muestra de ello con la ingente cantidad de citas y bibliografía que maneja en los trabajos que he leído hasta el momento. The Defence of Greece no es una excepción y desde aquí recomiendo su lectura, que como ya he comentado antes es rápida y amena pese a la gran cantidad de información y fuentes que maneja, todo bien diseccionado y apoyado también por los descubrimientos arqueológicos y la semántica.

Relatos Fantásticos lo adquirí este jueves mientras les compraba a mis hijos los cuadernos de verano y algunos libros de lectura. Me ha resultado una lectura muy placentera y adictiva, aunque lo mejor de todo es que me ha divertido mucho y he pasado unos ratos estupendos con sus aceradas y satíricas críticas a la filosofía imperante en su tiempo, las creencias míticas y a gran parte de los sabios y filósofos antiguos.

Lo más curioso de todo es su imaginación y la variedad de seres que se inventa y describe a lo largo de sus viajes por el Océano Atlántico, la luna, sus experiencias y vicisitudes dentro de una ballena, su paso por diferentes islas como las de los Bienaventurados, la isla de Ogigia y un largo etcétera.
En la luna no duda en describir lo que se podría considerar la primera televisión y a sus habitantes que tenían ojos portátiles como las lentillas de hoy en día.
No duda en presentar unos personajes que dotados de corcho en los pies se mueven por el mar y que recuerdan a los actuales surfistas, otros que cogidos a cabos surcan el mar arrastrados por delfines adelantando lo que hoy en día es el esquí acuático.

A lo largo de sus narraciones tenemos una excelente ocasión para repasar todas las costumbres griegas de hospitalidad, religiosas y bélicas, ya que el protagonista combate con sus compañeros en una gran batalla librada entre los ejércitos del Sol y la Luna, también combate contra los seres que habitan dentro de la ballena y otros habitantes de otras islas donde van recalando. Pese a vivir en el siglo II d.C la forma de describir las batallas pertenecen a los griegos clásicos con su cantos de Peán y su erección de trofeos después de las batallas.

Una cosa muy curiosa es la fama de mentiroso y fabulador con la que tilda a Herodoto, y que debía estar muy extendida en la Antigüedad y que llego hasta la Edad Moderna en que fue rehabilitado.

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