Estas vacaciones he aprovechado para visitar Trebuchet Park
en Albarracín, cuya existencia conocí a través de la revista Desperta Ferro.
Está valiente iniciativa viene de la mano de Rubén Sáez,
Doctor en Historia Militar, que ha reunido una colección de maquinas de asedio,
fabricadas por él y su padre, que ayudan a hacernos una idea, desde la
distancia de los siglos, del ingenio que ha desplegado el ser humano para
superar las defensas de las fortalezas enemigas y la defensa de las propias.
El recorrido con visita guiada y un cartel explicativo por
cada máquina, es ameno tanto por las explicaciones históricas como por las anécdotas
que rodean a estas máquinas, su construcción y prueba de las mismas, funcionan y no son meros objetos decorativos.
Encontramos las maquinas expuestas por periodos; Grecia, Roma, el Medievo distinguiendo
entre armas cristianas y musulmanas y como colofón Oriente.
Todo enmarcado en un paraje hermoso y en Albarracín una villa que conserva todo su encanto y no en vano está considerada desde 1961 Monumento Nacional y está incluida también en la lista de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.